Fue a raíz de un espectáculo en mi visita a Campeche el verano pasado, que pude establecer una interesante conversación con el actor que realizaba el papel del famoso pirata holandés, Lorencillo (personaje que abordaré pronto en la web). 

Tras la magnífica representación con más de una docena de actores en el Baluarte de Santa Rosa, a las afueras de la ciudad amurallada, pregunté al protagonista por el corsario canario que habitó en su ciudad a principios del Siglo XVIII (1719-1721) y donde construyó en el astillero cerca del Barrio de San Román, Las Potencias. Me refería a Amaro Pargo. Me sorprendí al oír que nunca lo había escuchado nombrar, que ni sabía quién era, ni de su presencia en Campeche. Esa información, el negar su presencia en su ciudad, fue lo suficientemente importante como para entender de entrada que Amaro no fue protagonista de ningún acontecimiento remorado en la ciudad, que haya permanecida en la tradición oral de su gente. Intuí en ese momento que: arribó, construyó su preciado barco, y se marchó.

Sin embargo, creo que Lorencillo detectó en mi cara una gran decepción y  como contrapartida me habló de otro pirata español, por si quería visitar su tumba en Isla  Mujeres frente a las costas de la península del Yucatán. Había estado recientemente en esa isla, y escuchó la leyenda de este misterioso pirata español: Fernando Mundaca.

Esto es lo que sabemos de él.

 

Isla Mujeres, MX.

Isla Mujeres es un lugar que cuenta con una rica historia que comienza desde la época de la cultura Maya, lo que se puede confirmar con los antiguos vestigios que se encuentran en un templo-observatorio en la parte más alta de un arrecife en la punta sur de la isla.

Sin embargo, la historia comienza en 1517, cuando Francisco Hernández de Córdoba llega a las costas de la isla. Fue él quien nombra a la Isla de esta manera, ya que tras su primera exploración, descubre varios ídolos de madera de una Diosa Maya.

Diosa Maya Ixchel

Tras el descubrimiento de la isla, años después, se convirtió junto con muchas otras del Caribe en un lugar al que los piratas y contrabandistas, así como traficantes de esclavos, llegaban a realizar sus actividades ilícitas.

Entre todos los personajes que pasaron por la isla, destacó el pirata español Fermín Mundaca que llegaba a Isla Mujeres hacia 1860. Este mercader y tratante de esclavos, era igualmente arquitecto, agricultor y artista, y con mucho talento como escultor, poeta y pintor. Le gustó tanto la isla que tomó la decisión de establecerse en el lugar, por lo que se deshizo de su embarcación, además de asesinar a toda la tripulación, asegurándose de esta forma que ninguna persona pudiera dar algún indicio de dónde se encontraba refugiado.

Con lo que este pirata vasco no contaba, es que iba sucumbir ante los encantos de una lugareña de nombre Martiniana Gómez Pantoja y a quien llamaban “La Trigueña”, una hermosa mujer de la que Fermín se enamoró y pasó el resto de su vida, tratándola de conseguir… y cuando se casó con un tercero, tratándola de olvidar….

En uno de esos intentos para que lo aceptara, el pirata mandó construir una hacienda llamada Vista Alegra, que a día de hoy se mantiene en pié y en el que aún se observan algunas paredes, cañones oxidados, una casa parcialmente reconstruida, un lindo estanque y un magnífico e impresionante arco de piedra a la entrada. En la propiedad,se encuentran algunas inscripciones, una de las cuales se refiere a él mismo: “Nautíco y piloto, el fomentador Fermín Antonio de Mundaca y Marecheaga”, o “El árbol de Guernica. Estas obras las hizo el fomentador natural de la provincia de Vizcaya, de la villa de Bermeo”.

Arco en la entrada de la Hacienda de Mundaca

En el cementerio local de Isla Mujeres, se encuentra una tumba que estuvo dispuesta para su propia muerte, pero ha permanecido vacía. Al caer enfermo, un amigo lo trasladó a Mérida para ser atendido hospitalariamente, pero habiendo muerto en aquella plaza, su cuerpo nunca regresó a Isla Mujeres y los habitantes insulares no volvieron a saber de él.