En la búsqueda por comprender la figura de Amaro Pargo, uno tiende a poner en su navegador su nombre, y ¿qué te sale? Aparte de su referencia en Wikipedia (que por cierto está muy bien elaborada), los primeros resultados hacen referencia a la “Casa del Pirata” en Machado, ubicada en el Municipio del Rosario.

Investigadores dedicados al estudio de la vida de este personaje histórico han concluido que el “famoso tesoro” aún no encontrado podría haberse transformado en inversiones que Amaro realizó durante sus años en Tenerife, tras dejar su vida como capitán de Mar y Guerra, comerciante y corsario. Es posible que la “Casa del Pirata” fuera una de sus últimas inversiones antes de fallecer (a los 69 años), por lo que se duda que fuera una residencia en la que viviera largas temporadas, tal como indica la página web del Ilustre Ayuntamiento del Rosario:

La «casa del Pirata» (Casa de los Mesa)

“… Esta era la propiedad dónde Amaro Pargo pasaba grandes temporadas. Desde allí tenía una panorámica privilegiada de la costa desde Radazul al Porís, y controlaba  el tráfico de barcos…”

Esa construcción fue declarada, junto con la ermita del Rosario, Bien de Interés Cultural en el año 2003. Estado actual y otra imagen de 1975.

Fuente: http://loquelaspiedrascuentan.blogspot.com/2012/07/una-de-piratas_25.html

Copia de la Escritura de Compraventa realizada por Amaro Pargo. (Ubicada en la Ermita del Rosario). Fecha de defunción del corsario: 4 de octubre de 1747.

Pero, entonces, se pregunta uno: ¿dónde vivió Amaro Pargo tras regresar del Nuevo Mundo? Se sabe a ciencia cierta que contaba con una gran propiedad en la Calle Real (hoy Calle de San Agustín) en La Laguna, donde finalmente falleció, y anteriormente en El Socorro, en su casa llamada La Miravala.

¿La Casa de Miravala? ¿Y sigue en pie? Cuando descubrí esta gran noticia y pude comprobar que la casa, a pesar de las atrocidades realizadas sobre la misma, aún se mantiene sobre sus estructuras iniciales, un rayo de luz alumbró la esperanza, de que una residencia donde sí vivió Amaro Pargo, largas temporadas de su vida, aún tiene la posibilidad de protegerse y no acabar en escombros como la propiedad de Machado. ¿Podrían las instituciones públicas canarias ponerse de acuerdo para iniciar una nueva etapa de recuperación para ambas edificaciones? (La propiedad ubicada en la Calle San Agustín, La Laguna, fue demolida, y hoy en día, en su lugar se erige un edificio moderno de varios pisos).

El legado de Amaro Pargo en El Socorro es tan importante que hemos decidido compartir toda la información que hemos recabado en estos meses. Aprovecho para agradecer al Sr. Párroco de la Ermita, Miguel Ángel, a Begoña y a Eloina por facilitarme tanta información y permitirme usar las imágenes que me han proporcionado.

 Adelanto que la entrevista es larga y llena de detalles, pero merece la pena si uno tiene curiosidad por saber qué hizo Amaro por El Socorro y cómo es la casa donde vivió. Espero que esta entrevista ayude a nuestros políticos, de cualquier índole o ideología, a unirse para proteger nuestro patrimonio histórico. Aún estamos a tiempo de salvar su casa. No esperemos a que suceda lo mismo que con la de Machado, y para ello invito a todos los que lean estas palabras a profundizar y descubrir esta gran historia, y que, entre todos, ayudemos a protegerla y a tomar las acciones necesarias de forma urgente.

¿Cómo describirían la atmósfera y la historia del pequeño barrio del Socorro en los tiempos que vivió Amaro Pargo y por qué eligió Tegueste para vivir?

Por aquella época, y según el Libro “Historia de Tegueste del Prebendado” de Antonio Pereira Pacheco, un párroco de Tegueste muy culto, que su máxima preocupación fue la culturización de Tegueste, el actual municipio de Tegueste se dividía en dos: Tegueste el Viejo y Tegueste el Nuevo. Este último estaba formado por el Valle desde el Portezuelo hasta el Socorro.

El Socorro estaba dividido en varios barrios como San Gonzalo, Santo Domingo, Molina, La Padilla, Lomo de Las Rías y San Luis. Los naturales del Socorro eran escasísimos y muy pobres y, según el Prebendado, en el año 1734 solo había 43 vecinos.

Los naturales del lugar eran muy pobres, pero el Socorro, por la belleza y fertilidad de sus tierras, provenientes de sedimentos volcánicos y agua casi permanente por el barranco de las Cuevas, hizo que los conquistadores españoles se dividieran sus tierras en grandes fincas que pasaron a su propiedad. En esas fincas construyeron casas, ermitas y conventos. La Comunidad Agustina del Espíritu Santo construyó el pequeño convento con su ermita donde en el siglo XVI colocaron un lienzo con la imagen de Nuestra Señora del Socorro, con el nombre en castellano antiguo en la parte superior del mismo. El lienzo representa a la Virgen sentada con el niño semidesnudo en sus rodillas y la rodean nubes y querubines y coronada por 13 estrellas.

Los agustinos trajeron la imagen de la Virgen del Socorro de Italia a Tegueste, en la isla de Tenerife, a principios del siglo XVI. 

En el barrio de San Gonzalo existía otra ermita con la imagen del Santo del mismo nombre, y que actualmente está en la actual Iglesia del Socorro. En el barrio de Santo Domingo también había otra ermita,  con el Santo Domingo de Guzmán y en el barrio de San Ignacio existía otra capilla con la imagen del Santo.

Por otro lado, en la montaña de Roma existía un convento con frailes, que habían llegado de Roma, Italia, y que por ese motivo tomó el nombre, la pequeña colina. El Convento de Roma poseía  un aljibe y canalizaron el agua hasta la Plaza del Socorro para aprovisionar el Convento Agustino y todavía, a día de hoy, se conserva..

La comunicación con Tegueste el Viejo, el actual centro de Tegueste, era muy difícil, pues no existían caminos, sino un torrente por donde discurrían las aguas; la carretera actual se realizó en 1938. En cambio, sí había un camino desde Tejina hasta el Portezuelo, por donde circulaba la gente para ir a La Laguna. Por todo esto, la atmósfera del Barrio la describiríamos como muy bella para los ojos y muy pobre para los vecinos, que nos imaginamos trabajando para los grandes terratenientes y al mismo tiempo con una gran religiosidad y devoción a la Virgen del Socorro.

Creemos que Amaro Pargo eligió el Socorro para vivir por sus fértiles tierras que producían suaves y excelentes vinos. Además, en las tierras que compró existía una gran y espaciosa casa, muy luminosa, con vistas al mar y grandes bodegas, y un clima mucho más benigno que el de La Laguna. Desde el Socorro podía trasladarse fácilmente a La Laguna por el camino del Portezuelo y también desplazarse a Punta Hidalgo, siguiendo el mismo camino pero con dirección a Tejina. Nos parece un enclave que supo escoger muy bien para sus negocios de vino y aguardiente y, además, vivir cómodamente.

¿Cómo las llevó a interesarse en la historia de Amaro Pargo y la preservación de su legado?

Nuestro interés comenzó desde muy pequeñas, desde que aprendimos a hablar y escuchábamos a nuestros padres y abuelos hablar del pirata Amaro Pargo y decirnos que vivió en la Casa de la Miravala. Era el primer pirata del que oímos hablar y eso nos impresionaba. También en la escuela, nuestra vieja maestra nos hablaba de él y de su historia en El Socorro, de cómo había acogido el cuadro de la Virgen del Socorro y lo trasladó a su capilla y oratorio de la Miravala mientras reconstruía su ermita y actual iglesia.

En cuanto al interés por su legado, comenzó cuando los actuales propietarios comenzaron a realizar una mal llamada restauración, sin respetar los materiales originales. Destruyeron sus bodegas y a su vez construyeron un mamotreto de cemento, todavía hoy inacabado. Pero lo que colmó el vaso es que al consultar el plan urbanístico de la época del Ayuntamiento de Tegueste para comprobar si algo afectaba a nuestras viviendas, pudimos comprobar con gran asombro y estupefacción que la Casa de la Miravala, que fue propiedad del corsario Amaro Pargo, desaparecía en dicho plan urbanístico. Y en ese mismo lugar estaba prevista la construcción de 14 chalets adosados. Tal intento nos pareció una aberración y un atentado contra la historia, la cultura y el barrio del Socorro. Por todo ello, presentamos al Cabildo y al Ayuntamiento un escrito de propuesta de protesta, acompañado de 400 firmas de apoyo que recogimos entre los habitantes de El Socorro. Esto surtió efecto y se anuló tan gran injusticia. Una injusticia más para el Socorro, de las tantas que se cometieron.

¿Podrían compartir alguna anécdota interesante sobre la vida de Amaro Pargo que se haya quedado en la leyenda popular?

De niñas, y para que no nos detuviésemos en la casa de Miravala, en nuestro camino a la escuela, nos decían que Amaro Pargo estaba enterrado junto a un árbol de tuya canaria, que todavía existe, y también, cuando mirábamos las rejas de las ventanillas del sótano, nos imaginábamos que allí el pirata encerraba a sus prisioneros.

Eloina  jugando a los piratas y corsarios de niña

Todo era muy incierto porque en realidad, fue la verdad histórica la que permaneció entre los vecinos del Socorro: una verdad escueta y simple, sin todos los detalles que hoy conocemos. Sobre la reconstrucción de la Ermita, podemos decir que no sabíamos con certeza si Amaro había participado en dicha reconstrucción, pero en unas obras de restauración del coro y puertas de las cancelas de madera de tea, y que estaban repintadas de color marrón, al eliminar dicha pintura, apareció en la puerta derecha de la cabecera unas marcas blanquecinas en la madera, donde se podía leer que Amaro Pargo se encargó de la construcción (y emplearon este apodo, Pargo,  y no su apellido, Rodríguez Felipe y Tejera Machado).

También, existía una anotación de  un personaje apodado el Cuervo, que ayudó a su reconstrucción al igual que por los vecinos del Socorro. Esto lo pudimos leer mucha gente en el fin de semana al acudir a misa, tras encontrarse la puerta sin su pintura original, pero como suele suceder habitualmente, en las obras de restauración,  y,  con el propósito de no retrasar las mismas, dichas marcas las hicieron desaparecer el lunes siguiente, aplicando barniz sobre las mismas.

Debajo del barniz de la parte central de la puerta, se encuentran la anotación de Amaro Pargo y otro personaje que ayudó a su reconstrucción, llamado el “Cuervo”.

Sobre el marco original de la Virgen, podemos decir que durante las complicadísimas restauraciones del lienzo que se llevaron a cabo por el Gobierno de Canarias y el Obispado, los vecinos del Socorro decidieron donar objetos de plata y dinero para la restauración de la plata de la hornacina que contenía el cuadro. El platero don Juan Ángel  González  García, que se hizo cargo de dicha restauración, al desprender la plata, descubrió bajo lo mismo un marco en color rojo y verde león, decorado con imágenes en pintura dorada relacionadas con las letanías a la Virgen (recuerda a la madera y el pan de oro usado en el sarcófago construido para Sor María de Jesús, la Siervita).  Ni qué decir de la alegría que manifestamos todos por el hallazgo del marco original y también de agradecimiento a tan honrado platero.

El Sr. Párroco Miguel Ángel García junto al profesor Arquillo,  y conocido restaurador que vino de la Universidad de Granada para los trabajos.

La Imagen de la Virgen del Socorro con el marco realizado por Amaro Pargo

El maestro platero de La Laguna, el Sr. Juan Ángel González García, quien descubre el marco de madera debajo de la plata

Entonces, la comisión creada para la restauración del cuadro de la Virgen decidió sustituir dicho marco por uno de madera de Tea, pues iba a ser recubierto con la plata y así poder exponer el original al público, que hoy se conserva en una de las sacristías.

 

¿Podrías describir como es la casa donde vivió Amaro Pargo tantos años?

La Casa de la Miravala, la residencia del corsario, se erige en una sola planta, adoptando la forma de un cuadrado perfecto. Su distribución interna es meticulosa: en el ala derecha se encuentra la parte noble, la vivienda de Amaro, mientras que a la izquierda se extienden las amplias bodegas y una posible capilla. En el centro, existían jardines ricos en flores y donde se encontraba un aljibe, rodeados por un muro almenado que cierra el acceso desde la calle. La portada principal, tallada en madera de Tea y coronada por una cruz, es la puerta de entrada hacia este enclave.

Hacia el fondo del terreno se encuentran más estancias, y en la parte trasera, fuera del recinto principal, se halla la casa de los antiguos Medianeros. A la izquierda del muro almenado, se encuentra una entrada abierta, destinada a carruajes, se abre hacia la calle, facilitando el acceso a la propiedad.

La vivienda de Amaro, que domina el ala derecha, está orientada hacia el este y el norte, y cuenta con múltiples habitaciones, incluyendo salones que se asoman a la calle y otros que dan al patio central del jardín. Un amplio corredor, con ventanas orientadas hacia el norte y el mar, conecta estas estancias, donde destaca una destiladera de agua en una de las habitaciones.

En la parte inferior de la vivienda se encuentra un gran sótano, con ventanas enrejadas de madera y suelo de tierra en el lado norte. Al final de la vivienda, y con acceso desde el jardín, se encuentra la amplia cocina, equipada con una chimenea, seguida por el cuarto de lavado y la panadería con su horno. En el fondo del jardín, se adosan otras estancias a las bodegas, las cuales fueron acondicionadas en el siglo XX para alojar a los Medianeros, ya que su antigua casa se encontraba en ruinas.

En el ala sur, se sitúa la entrada para carruajes y una habitación con ventana a la calle, que por su aspecto parece haber funcionado como oratorio o capilla. Seguidamente, se encuentran las cuadras y las grandes bodegas. Frente a ellas, se erige el muro almenado que protege la entrada a las bodegas, a la que también se accede por una entrada a la izquierda de la hacienda, donde se encontraba un pozo y patios con puertas hacia tal ubicación.

La casa de los Medianeros, ubicada en el exterior de la hacienda, cuenta igualmente  con una cocina y un horno para pan. El centro de esta hacienda está conformado por un jardín, donde se encuentra un aljibe y aceras, donde se intercalaban de losa de piedra chasnera y parterres de flores,  todo ello adosado a la residencia de Amaro Pargo.

Begoña y Eloina junto al ex-líder socialista canario Jerónimo Saavedra (Hotel Laguna)

¿Qué tipos de problemas se enfrentan actualmente en la propiedad abandonada de Amaro Pargo?

El principal problema es que pertenece a una propiedad particular que la tiene en total abandono. Sin ninguna vigilancia, ha sido víctima de ladrones y ocupas, lo que ha llevado a que algunos huecos estén tapiados con bloques. Los socorreros vemos cómo una vivienda que fue cuidada con mimo y que perteneció a personajes tan famosos se encuentra en un estado de ruina y dejadez. No comprendemos cómo unos muros de piedra en el Barrio Machado de una propiedad que Amaro compró antes de morir y solo utilizaba para recibir a la burguesía canaria a la subida de La Virgen de Candelaria a Machado, la hayan declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y esta joya donde realmente vivió Amaro, está en riesgo de perderse por culpa de la dejadez. Los vecinos del Socorro deseamos que se compre esta casa y se restaure como se merece antes de que sea demasiado tarde.

¿Han tenido alguna experiencia con ocupas o intrusos intentando ingresar en la propiedad?

Begoña, como vecina de la Hacienda, ha tenido que localizar por teléfono a los actuales dueños, ya que entraban ladrones casi a diario para robar el cableado, y también había una banda de músicos callejeros que la ocuparon. Eloína veía pasar ladrones con pequeños toneles de las bodegas en dirección a Tejina, los cuales vendían en esa localidad. Eloína también informó a la dueña al respecto.

¿Qué opinas de los intentos pasados de convertir la casa abandonada en BIC?

 Las dos tuvimos que recoger firmas por el pueblo ante un PGO que pretendía destruir la casa y construir en su lugar chalets adosados. El Socorro respondió y recogimos 400 firmas que presentamos al Cabildo y al Ayuntamiento, solicitando que se declarara la casa como BIC. Esto solo impidió que la derribaran en esas fechas. Todavía estamos esperando respuesta al respecto después de muchos años. Por cierto, ambas nos fuimos a La Laguna intentando que alguien nos ayudara a salvar la casa, y al final dimos con el abogado González de Mesa, descendiente de un sobrino de Amaro Pargo, que redactó la petición. Por ella nos cobró 30.000 pesetas sin ningún escrúpulo. Soñamos y esperamos que las instituciones vean la joya que tenemos y la salven a tiempo, porque creemos que esa casa restaurada sería el verdadero tesoro de Amaro Pargo.

El documento realizado por el abogado González de Mesa en 1999, descendiente del sobrino de Amaro Pargo, Amaro José González de Mesa

 

¿Cuál sería el destino ideal de la casa de Amaro Pargo?

Creemos que lo primero es que las instituciones actúen para asegurar que sea restaurada. El destino ideal sería convertirla en un Museo de Amaro Pargo, dado que no existe ninguno y su vivienda sería perfecta para contar su historia. Además, al tratarse de una Hacienda típica canaria, también sería adecuada para cualquier fin cultural e histórico. Tenemos ejemplos como la Finca de Carta en Valle Guerra, que hoy en día es un Museo de Historia y Antropología.

 

¿Qué papel han tenido ustedes, Eloína y Begoña, en la preservación de la historia y el patrimonio cultural relacionados con Amaro Pargo?

Nosotras simplemente amamos la conservación del patrimonio de nuestro barrio El Socorro, que es el más importante de Tegueste y los pueblos vecinos. Durante este tiempo, hemos sido los portavoces de los vecinos mayores, quienes veían cómo la tan querida casa que los socorreros siempre habíamos respetado iba a ser destruida por un proyecto urbanístico. En cuanto a anécdotas, no son para nada graciosas. Además de los 30,000 pesetas que tuvimos que pagar al abogado que se entusiasmó porque debíamos salvar la vivienda de su tío, también sufrimos las consecuencias del mundo político y empresarial. Es mejor no entrar en detalles.

Begoña y Eloina han sido incansables en su defensa y lucha por preservar uno de los municipios canarios más ricos en patrimonio histórico en Tenerife.

¿Qué características sobresalen de la vieja Hacienda, La Miravala, cuando estuvo activa?

Nosotras, de pequeñas, pudimos recorrer la casa del Corsario en todas sus estancias, jardines y visitar las bodegas convertidas en cuadras de ganado vacuno. La casa era un hervidero de gente que trabajaba en la finca y en las cuadras. Hombres y mujeres del Socorro, Tejina y Valle de Guerra venían a trabajar en sus tierras fértiles. Se plantaba caña de azúcar, viñas, tabaco, papas, etcétera. Tenían tractores y el encargado que vivía en la Casa de Medianeros, tenía una hija con quien jugábamos. Las vacas daban abundante leche que se vendía a empresas lecheras. Las mujeres se afanaban en lo que parecía una capilla y en otras dependencias en coser el tabaco, secarlo y posteriormente plancharlo para su venta. En esa época, la Hacienda era propiedad del Banco de Santaella y la convirtieron en un gran centro de trabajo. En verano, venía otro encargado del Banco Santaella a pasar las vacaciones con su familia y se celebraban grandes fiestas con cenas, invitados, fuegos artificiales y demás. También jugábamos con las niñas de esas familias. La viuda de Santaella era muy generosa y no negaba un favor a quien se lo pidiera. Una tía de Begoña le pidió la casa para celebrar la boda de su hija y se la facilitó sin problemas.

 

 

Texto por don Carlos Rodríguez Morales (Patrimonio Religioso de la Villa de Tegueste – Editado por el Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Tegueste. 2014)

No se sabe con precisión cuándo comenzó a levantarse la primera ermita, que se mantuvo hasta la noche del 29 de noviembre de 1590. Entonces, el conocido como diluvio de San Andrés derribó e inundó muchas edificaciones, entre ellas el pequeño templo de Tegueste el Nuevo:

 los barrancos destrozaron y llevaron al mar de las viñas y árboles, y otros desastres que se experimentaron con dicho diluvio. Acometió a dicha ermita el Barranco que la circunvala por delante, llevándose los dos lados colaterales de dicha ermita y el de enfrente de la puerta, dejando solamente el espaldar de dicha ermita, donde esta agua colocada la lámina prodigiosa de esta Señora.

Que quedará en pie solo el testero y en él la pintura Mariana fue estimado como algo milagroso:

 

“así Amaneció el día siguiente en que concurrieron muchas gente a ver ese portento, dando las gracias a dicha señora por haberlos dejado libres y con vida de tan funesto y trágico desastre”

 Nada sabemos sobre la primitiva fábrica, con seguridad un pequeño recinto, y muy poco es lo que conocemos sobre el edificio, que poco después comenzaría a levantarse en su lugar. Debió ser también de proporciones reducidas, lo que explica que en la década de los años 80 del siglo XVII, se decidiese alargarlo por la cabecera, incorporando el sitio ocupado hasta entonces por una casa colindante, propiedad de Cristóbal Salazar de Frías, Conde del Valle de Salazar, quien lo donó con este fin. En el acuerdo tomado sobre este particular por los frailes de la Laguna, se concedió al Conde y a sus sucesores autorización para abrir una puerta en dicha pared, que de nuevo se ha de hacer para entrar a oír misa en dicha ermita o poner ventana con rejón para que desde su casa, la pueda oír lo que el dicho le pareciera.

Los trabajos, sin embargo, pudieron tener más entidad. Así podría valorarse una nota relativa al entierro en la ermita de Fray Isidoro Ruiz en 1702, en la que se califica al religioso como persona que edificó y adornó dicha ermita y asintió en ella más de 25 años. A pesar de las reformas de la fábrica, ni en la ubicación de la Ermita eran las idóneas, de modo que principios de los años 40 del siglo XVIII. tres devotos de la Virgen del Socorro: Amaro Rodríguez, Felipe Álvaro Machado Fiesco y Juan Pedro Dujardin, tomaron la iniciativa y unieron a sus limosnas la de otros fieles, para edificar un ermita decente y cómoda para el culto de la Santísima Virgen. Con este fin, en octubre de 1742, la comunidad Agustina de la Laguna aceptó ceder “si fuera necesario, algún pedacito de la viña para que quede mejor situación de lo que ahora está y ponerlo a disposición de promotores del proyecto para que la verifiquen en la forma y sitio que mejor les pareciera, y da esta consulta las gracias a estos señores por la devoción y cuidado con que se dedican al culto de dicha Santísima imagen.”

 Las obras debieron comenzar pronto y concluyeron algunos meses después, pues parece que la nueva ermita fue inaugurada en 1744. En abril de 1743 Juan Porlier se ofreció a componer la Casa del Socorro y poco después los religiosos destinaron cierta partida para la fábrica del Cuarto del Socorro que se va a fabricar en lo que fue capilla mayor de la ermita antigua. En la edificación del templo fue fundamental, aunque no exclusiva, la ayuda del capitán Amaro Rodríguez Felipe-  el corsario  Amaro pargo – pues gastó  en su nueva construcción, 2000 y más pesos. Así fue reconocido por los frailes cuando en 1755, ocho años después de su muerte, nombraron patronos de la ermita a sus sobrinos Amaro González de Mesa y Ana Rodríguez Machado. Queda claro, por lo tanto, que la edificación no se había planteado como una empresa particular y que la posterior concesión del Patronato a González de Mesa, supuso un doble reconocimiento a su tío por la cuantiosa inversión realizada años atrás y a él mismo por su implicación en el posterior adecentamiento de la capilla,  “pues ha fabricado a su costa el retablo para la capilla de dicha Santísima imagen con intención de dorarlo y ha dado una colgadura de dosel nueva para dicha capilla con otras obras dignas de agradecimiento”.

 

Misal Romano. Missae Propiae Santorum Hispanorum de 1679  (le falta la encuadernación), entregado por Amaro Pargo en la Primera Fiesta de Ntra. Sra. del Socorro.

 

LA RUTA DE LAS HACIENDAS, por  MARÍA EUGENIA MONZÓN PERDOMO 

(Se hace mención de ellas, las vigilantes del patrimonio de El Socorro, Begoña y Eloina,  en la “Ruta de las Haciendas”, publicada por la Universidad de La Laguna (ULL).

El actual estado de conservación de la hacienda es el de abandono. No obstante, la reivindicación de la figura de Amaro “Pargo” Rodríguez por los vecinos del barrio de El Socorro ha llevado a emprender acciones de denuncia sobre las malas condiciones de la hacienda. El movimiento vecinal ha notificado que la histórica casa La Miravala, estaba siendo desvalijada, ya que había perdido elementos de su arquitectura y cantería. El objetivo de las movilizaciones se centra en recuperar la hacienda para que no ocurra lo mismo que con otras propiedades del mismo personaje. Un ejemplo cercano lo constituye las propiedades que tenía en el municipio de El Rosario, hoy prácticamente desaparecidas. Ante la presión vecinal, el Ayuntamiento de Tegueste anunció en 2015 su intención de recuperar la hacienda para darle un uso cultural y museístico. El cambio de signo político del municipio en 2019 paralizó el proyecto.

No obstante, las demandas de la ciudadanía teguestera no han cesado. A través de una página de Facebook, impulsada por Eloína Rodríguez y Begoña Suárez, las denuncias sobre el estado de abandono de la hacienda se mantienen vivas en las redes sociales. La propia Eloína Rodríguez recordaba, en su publicación de Facebook, lo que ella denominaba la etapa de esplendor de La Miravala en los años 50 y 60 del siglo pasado: “cuando era propiedad de la viuda de Santaella. Había gran actividad en la casa pues la finca todavía poseía sus paredes y huertas en bancales donde se plantaba y trabajaba mucha gente. Había ganado, grandes cuadras al Sur, secaderos y selección de tabaco, bodegas, etc.”