José Gregorio González, investigador incansable del misterio, periodista, escritor y, a su vez, presentador de ‘Crónicas de San Borondón’ e “Isla Misteriosa” en Canarias Radio y Radio Televisión Canaria, respectivamente, es y ha sido durante muchos años, uno de los divulgadores más importantes sobre la figura de Amaro Pargo tanto en los medios regionales como a nivel nacional.
Agradecemos haya querido responder a unas preguntas para este portal, coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de la Siervita de Dios, este 15 de Febrero, cumpliéndose así, 292 años desde su muerte. Para aquellos que no lo sepan, la Siervita, fue sin duda, una de las personas más influyentes, y a su vez, admiradas por Amaro Pargo, y que a día de hoy, aún yace en el sarcófago creado y financiado por éste. Cada 15 de Febrero, las monjas catalinas del Convento de Santa Catalina de Siena en La Laguna, frente a La Plaza del Adelantado, muestran al público, feligreses, creyentes y curiosos, el cuerpo incorrupto y bien conservado de la Siervita de Dios.
El Convento de Santa Catalina de Siena, La Laguna.
El 15 de Febrero nos encontraremos miles de personas frente al Convento de Las Catalinas, en La Laguna, haciendo cola para ver a la Siervita en el sarcófago donado por Amaro Pargo a su amiga, Sor María de Jesús. ¿Crees que este año superaremos las cifras de feligreses y curiosos, a los ejercicios anteriores?
Es difícil saberlo ya que las restricciones de años anteriores fueron limitantes, especialmente para el sector de edad más sensible al fenómeno devocional de La Siervita, de manera que pueden haber muchas ganas de ofrendarla y promesas por cumplir tras el Covid-19. Además, creo que en el estado actual del proceso para llevarla a los altares, los promotores deben hacer un esfuerzo en visibilizar que la devoción sigue viva y no merma, así que desde el “marketing”, necesitan la foto de las colas masivas. Veremos…
¿Es cierto que cada vez vienen más personas de diferentes lugares del planeta, sólo para ver a La Siervita, pues son más los que aseguran que sus plegarias a Sor María de Jesús, se cumplen?
Imagino que Sor María de Jesús es ya un fenómeno planetario, capaz de despertar devociones en la otra punta del planeta. Incluso es más sencillo, por ejemplo para los canarios que salieron hacia América y sus descendientes nacieron allí, compartir la tradición y las creencias con el soporte de internet, que en este caso la acerca a esos territorios en lo que, tal vez, durante mucho tiempo se tuvieron que conformar con relatos familiares y alguna estampita en blanco y negro.
Se rumorea, que una plataforma digital importante extranjera prepara un documental sobre la relación entre Amaro Pargo y la Siervita de Jesús. ¿Percibes Jose Gregorio que cada vez existe más interés popular en conocer más la vida de ambas figuras?
Sin duda. Lo tengo muy claro con Amaro Pargo, aunque no escondo mi temor ante la posible falta de equilibrio entre la historia real y la visión más popular o comercial del personaje. Amaro, bien llevado, con rigor, es un personaje con mayúsculas para una producción de corte internacional, en la que él pueda ser el eje conductor para contar cosas del apasionante periodo que le tocó vivir. En cuanto a La Siervita, le vendría bien mayor publicidad, y quizá ese palo de la baraja que por mucho tiempo se evitó, sea la clave para impulsar su figura más allá del espectro eclesiástico. La Santidad es virtud, pero la política es clave también en los designios divinos que proyectan a la sociedad esa virtud.
En La Isla Misteriosa y en Crónicas de San Borondón, has abordado en numerosas ocasiones la vida de Amaro Pargo, y paralelamente, en otros capítulos, la vida de Sor María de Jesús. Gracias a estas recreaciones excepcionales de Hormigas Negras, muchos espectadores han podido conocer de primera mano las hazañas, milagros y aventuras del corsario Amaro Pargo y Sor María. ¿Por qué tal interés en divulgar a estas figuras históricas de Tenerife, y precisamente ahora?
Son historias que me apasionan desde la infancia, a las que le he dedicado parte de vida, y por supuesto, en cuanto tuve ocasión de hacerlo en televisión de forma digna, con La Isla Misteriosa, no lo dudé. Con La Siervita y con Pargo estamos ante figuras que, más allá de las creencias, forman parte de nuestra historia y ejercieron un poder e influencia determinantes en las sociedades en las que vivieron. La monja ha tenido un gran protagonismo en el terreno de la fe católica en Canarias, pero Pargo, desde mi punto de vista, ha sido durante mucho tiempo ninguneado, creándose mucha confusión y mito alrededor de su figura. Obviamente hablo desde el punto de vista popular, ya que desde el académico el enfoque ha sido adecuado a su condición histórica, y en aumento a medida que en los últimos años se ha venido calibrando mejor su figura. La clave del aumento en el interés actual está en la perseverancia en los esfuerzos del pasado, gracias a ellos, hoy la tecnología globalizadora cuenta con un trabajo previo ya hecho.
Según tu opinión y conocimiento, ¿cómo describirías a Amaro Pargo? ¿Quién fue y cómo era? ¿Podríamos imaginarlo como uno de esos piratas con sable y pistola en mano, abordando barcos enemigos? Se habla en la leyenda popular, que era hombre de soga y cuchillo. ¿Es cierto?
Es difícil componer al personaje en su totalidad. Imagino que sería una figura de contrates, de modales y cortés cuando era oportuno; metódico, calculador y determinado en sus negocios; religioso como no podía ser de otra manera en aquellos tiempos bajo la bandera española; duro e implacable cuando era vital serlo…Gracias al trabajo serio realizado alrededor de su figura, creo que era una persona con valores personales que le permitían, sin dejar de pensar ni por un momento en sus beneficios, actuar de forma justa y ecuánime. De vivir hoy, estoy seguro que pondría su ingenio y determinación al servicio de un mundo mejor, tal vez con un modelo de negocio sostenible, con responsabilidad social, etc…
¿Crees que las instituciones canarias tienen pendiente, recuperar parte de su legado histórico y homenajearlo como figura histórica en Tenerife?
Absolutamente. Esa asignatura la tienen suspendida. Por lo general, una inmensa mayoría de las personas que entran en política no tiene vocación de servicio público, tiene otro tipo de motivaciones, algunas loables y otras bastante cuestionable. Mientras que una foto con La Siervita enternece y araña votos, una con Amaro Pargo, al que mal conocen, no les resulta rentable. La revolución con Amaro Pargo se está produciendo en el ámbito académico y cultural…habrá que esperar mucho para que eso tenga un eco en la política, salvo que se obre un milagro, cosa de la que tal vez La Siervita se ocupe.
Nos encontramos, por ejemplo, con la Casa del Pirata en Tegueste, la Casa de Miravala, ahora en manos privadas. ¿Eres de la opinión que debería convertirse en un centro y museo abierto al público? Tengo entendido que los dueños, estuvieron dispuestos a cederla, si bien no se ha concretado nada con las administraciones públicas.
Lo normal en este tipo de situaciones es que haya conflicto, familias enfrentadas, discrepancias ideológicas entre gobernantes y propietarios, tasaciones desiguales…Pocas veces se impone el bien común a la primera. Veremos que ocurre, ya que no se trata de “salvar” un lugar, sino de justificarlo ante la ciudadanía y dotarlo de contenido vinculado a las razones que lo significan. El mejor ejemplo es muy próximo a Pargo, La Siervita. Su casa natal en El Sauzal es un museo, en la iglesia de San Pedro hay elementos que la recuerdan vivamente, como el Niño Jesús con el que hablaba…y por la isla hay algunas esculturas suyas y calles a su nombre. A Amaro Pargo hay que dignificarlo correctamente en el terreno cultural y social, lo que allanará el camino para otras acciones.
¿Crees que veremos pronto un busto de Amaro Pargo en La Laguna? ¿Se merece este Corsario, que acumuló una de las mayores fortunas de España a su regreso del Caribe, tal reconocimiento público?
Creo que el busto llegará antes por iniciativa social y académica. Cuando se ponga, que se pondrá, será más popular que cualquier otro, con permiso del Padre Anchieta.