Daniel García Pulido (22 de julio de 1975, Santa Cruz de Tenerife), es un investigador histórico español, que ejerce su labor profesional como técnico especialista del Fondo de Canarias de la Biblioteca General y de Humanidades de la Universidad de La Laguna. Daniel, junto con el historiador Manuel de Paz, y otros colaboradores como Carlos Rodríguez Morales o Manuel Hernández González , han realizado un excelente trabajo, que ha permitido dar a conocer la vida y bibliografía de Amaro Rodríguez Felipe y su entorno familiar, recapitulando los manuscritos hallados en la colección de 13 Volúmenes de “Amaro Pargo. Documentos de una vida” (2017- ), y en su libro introductorio, “El corsario de Dios. Documentos sobre Amaro Rodríguez Felipe (1678-1747) ” (2015).

Igualmente, Daniel destaca su extenso y excelente trabajo sobre la figura del corsario Amaro Pargo, sacando a la luz detalles excepcionales de su vida y confirmando no solo la propiedad sobre la conocida como “Casa del Pirata” o “Casa de Amaro Pargo” en la zona de Machado en el municipio de El Rosario, sino retrasando la construcción de dicho inmueble a finales del siglo XVI, siendo una casona utilizada temporalmente por el Cabildo en sus trayectos hacia Candelaria cada 2 de febrero.

Agradecemos desde AmaroPargo.es su predisposición y colaboración con esta entrevista concedida, y le deseamos desde aquí que nos siga deleitando con nuevos descubrimientos de nuestra figura tinerfeña.

¿Cuándo escuchaste por primera vez que existió “en el pasado” un pirata / corsario tinerfeño llamado Amaro Pargo? ¿En tu niñez o ya como historiador?

Fue durante mi adolescencia cuando tuve conocimiento de la existencia de Amaro Pargo. Recuerdo que su nombre aparecía de soslayo en alguna de aquellos libros y artículos que pude consultar, vinculado siempre a lugares emblemáticos como la Punta del Hidalgo, el caserío de Machado, en El Rosario, la iglesia de Santo Domingo o el convento de Santa Catalina. Ya en la década de los 90 comencé a profundizar en el estudio de la figura de Amaro Pargo, especialmente a través de la transcripción y edición del diario personal del regidor José de Anchieta y Alarcón (1705-1767), donde aparecían referencias documentales directas del corsario lagunero.

¿Cómo surgió el estudio bibliográfico y proyecto Amaro Pargo, documentos de una vida? ¿Fue un proyecto institucional buscando a historiadores para el “reto” de desenmascarar la vida e historia de este personaje, o por lo contrario, fue una iniciativa personal que solicita a la Universidad e instituciones la ayuda?

En el ámbito de la Universidad de La Laguna tuve el privilegio de conocer al catedrático de Historia de América Manuel de Paz Sánchez, quien en una de sus interesantes líneas de investigación venía trabajando el mundo de la piratería y el corsarismo en las Islas Canarias con publicaciones que se remontaban algunas a 1983 (edición de Diario de un corsario canario del año 1800). Desde un primer momento coincidimos en nuestro mutuo interés acerca de la figura de Amaro Rodríguez Felipe, Amaro Pargo, cuya biografía y contexto histórico adolecían de un estudio exhaustivo, metódico y divulgativo que brindase una imagen no distorsionada tanto del personaje y de su familia como de aquella etapa crucial de los anales isleños. Ese fue el origen del proyecto Amaro Pargo, documentos de una vida, que venía precedido de sendas ediciones firmadas por Manuel de Paz y por mí sobre el corsario lagunero por el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife (El corsario de Dios y La Casa del Tesoro).

¿Quiénes han formado este equipo desde su inicio y cómo se han distribuido las labores? Esa introducción, tan bien estructurada de cada tomo, en donde se avisa al lector de los documentos que se mostrarán en los siguientes capítulos, ¿los realiza siempre un mismo autor o se turnan?

A lo largo de la edición de los diferentes volúmenes que conforman la colección de Amaro Pargo, documentos de una vida han participado, junto a Manuel de Paz y quien les habla, un conjunto importante de colegas tanto de la propia esfera académica como del mundo de la investigación histórica. La idea ha sido siempre conformar un equipo multidisciplinar que aglutinase en torno al corsario lagunero a todo tipo de especialistas que pudiesen analizar las diferentes facetas de la vida de Amaro: historiadores, historiadores del Arte, geógrafos, documentalistas, genealogistas… Entre transcriptores, editores/correctores y autores de los propios textos la cifra de componentes no baja de las doce personas.

En relación a las magníficas introducciones de cada uno de los volúmenes hay que especificar que se deben, en su inmensa mayoría, al magisterio de Manuel de Paz, salvo aquellas expresamente firmadas por otros compañeros como Carlos Rodríguez Morales (v.6) o Manuel Hernández González (v. 13).

¿Cuál ha sido la parte más complicada a la hora de reunir y organizar las fuentes del trabajo? ¿Dónde se encontraban la mayoría de manuscritos que han ido transcribiendo?

La labor de búsqueda, recopilación y transcripción de los materiales documentales vinculados a Amaro Pargo ha sido obviamente una tarea de muchos años diversificados en la consulta continuada de varios archivos, principalmente en el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, el Archivo Histórico Municipal de La Laguna, el Museo de Historia de Tenerife, el Archivo de Indias (Sevilla) y el Archivo Histórico Militar de Segovia, entre otros. El principal hándicap a la hora de acometer este proceso de investigación en las fuentes primarias nos lo encontramos en la imposibilidad manifiesta y evidente de acceso a los registros o archivos de Cuba o Venezuela debido a las circunstancias políticas y sociales imperantes en la actualidad, aspecto que ojalá podamos acometer en un próximo futuro.  

¿Podrías resumir los primeros años de Amaro como adolescente, sus labores y sus tareas y responsabilidades dentro de la familia y cómo decide hacerse a la mar? ¿Bajo qué mandos, capitanes y barcos se conoce que estuvo Amaro Pargo en esa etapa?

Según hemos ido avanzando en la consulta y edición de las fuentes documentales asociadas a Amaro Pargo nos ha sido posible configurar y contrastar, poco a poco, la línea cronológica vital del personaje y su contexto, si bien hasta la fecha no existen referencias fidedignas a los primeros años (infancia, adolescencia, primera madurez) de Amaro Rodríguez Felipe –concretamente desde su nacimiento, en 1678, hasta mediados de la década de 1690, en que ya aparece como alférez y vinculado a la figura de José Fernández Romero en alta mar-. De lo que sí tenemos certeza documental es de la íntima y productiva relación paterno-filial a través de las escrituras consignadas entre 1700 y 1715/1719, fechas estas últimas del fallecimiento primero de su padre, Juan Rodríguez Felipe, y años después, de su madre, Beatriz Tejera Machado.

¿Existe constancia de algún documento que acredite su “bautizo de fuego” en la mar? ¿Fue bajo el mando de Fernández Estrella, protegiendo las costas canarias?

Desafortunadamente no han aparecido hasta la fecha registros o referencias documentales expresas hacia ese “bautizo de fuego”, que vaticinamos que debió de producirse en su etapa formativa entre 1690-1700, y tampoco se ha podido verificar la presencia de Amaro Pargo bajo el mando del capitán palmero Juan Fernández Estrella, si bien de este último se sabe que tuvo un célebre encuentro con un corsario argelino en aguas de Taganana a finales de agosto de 1704 (como consta de un cuadro votivo a N.S. de las Nieves en la iglesia homónima de aquel lugar).

En estos momentos, ¿con qué novedades se encontrará el lector en los volúmenes que están trabajando actualmente? ¿Cuántos tomos tienen en proyecto?

Uno de los principales motivos de interés de los últimos volúmenes a editar se centra en el importante papel ejercido por las mujeres tanto en la familia del propio Amaro Pargo (sus hermanas, sus sobrinas, las esposas de sus camaradas) y en la sociedad tinerfeña de principios del siglo XVIII. Merece destacarse asimismo la relevancia que llegaron a alcanzar algunos de sus descendientes colaterales directos como sus sobrinos Amaro José González de Mesa o Antonio José González de Mesa, presente este último, por ejemplo, en el episodio de la toma de La Habana por los ingleses en agosto de 1762. Una de las conclusiones más patentes de todo este proceso de investigación en torno al corsario lagunero, proceso aún abierto y que esperemos depare muchas más sorpresas, nos muestra una imagen o “foto fija” de la sociedad de las Islas muy distante de aquella estampa defensiva y pacífica que nos habían contado los estudiosos hasta la fecha. El Archipiélago puede afirmarse con rotundidad que ejercía de auténtica “base” o reserva de pilotos, hombres de mar y capitanes corsarios para aquella época, circunstancia a la que debemos añadir el lógico rol estratégico como encrucijada atlántica (aprovisionamiento y reparación de embarcaciones, astilleros, suministros, agua…).

De Cristóbal Lynche, quien ha sido su sirviente durante tantísimos años, ¿se conoce su origen de procedencia (La Guaira, La Habana, Cartagena de Indias, Península del Yucatán? ¿Cuándo comenzó  a trabajar para Amaro? ¿Existe constancia de que haya tenido descendencia en Canarias? ¿Llegó a tener familia e hijos una vez se instalaron en Tenerife tras su regreso a Canarias?

Cristóbal Lynch o Lynche es otra de las incógnitas hasta el momento. Se ha conseguido documentar su vínculo con Amaro Pargo a través de dos únicos documentos (testamento del corsario y partida de entierro del propio esclavo, ya liberto) si bien trabajamos para conseguir mayor información sobre su biografía en un futuro cercano. La utilización del apellido Lynch, propio de una saga de comerciantes irlandeses de finales del XVII hasta mediados del XVIII, nos parece estar hablando de su más que posible origen o “bautismo” vinculado a dicha familia pero este es un aspecto que debe documentarse para disponer de la necesaria veracidad histórica.

¿Se ha podido descifrar toda la escritura que perfila y rodea la lápida de Amaro Pargo en la Iglesia de Santo Domingo? Si fuera así, ¿ Se sabe que indica la parte izquierda media borrada sobre la tumba?

La lápida sepulcral que cubre la entrada de la bóveda mortuoria de la familia Rodríguez Felipe y descendientes tiene la siguiente inscripción: «Esta sepoltvra y entierro es de Dn. // Jvan Rodrigvez Phelipe y de Dna. Beatris Texera // Machado y de svs decendi[ent]es. // y erederos paternos [y maternos. Año] del Señor de 1715».

Para terminar, Daniel, ¿crees que se verá algún día, un busto / escultura de Amaro Pargo en La Laguna? ¿Lo consideras meritorio para ello por sus hazañas y su legado en Canarias?

La figura de Amaro Pargo se merece sobradamente un reconocimiento público por parte de la Corporación lagunera, ya sea en forma de escultura, del nombre de una calle o de colocación de placas. De hecho, en la presentación de los primeros dos vols. de la colección en el propio Ayuntamiento de La Laguna hicimos la propuesta al entonces alcalde de la conveniencia para que, a coste cero, procediese a llevar a pleno que se rebautizase alguna calle del casco de la ciudad con el nombre de Amaro Pargo (sería ideal, por ejemplo, que su nombre estuviese vinculado al barrio del Tanque Grande, actual de La Milagrosa, especialmente una calle peatonal que cruza desde Santo Domingo a la calle Consistorio que hasta hoy se llama como Obispo Ruiz Cabal, vía que puede afirmarse que se creó por gestiones de Amaro Pargo al comprar y reedificar todas las viviendas de aquel sector). Asimismo propusimos que se colocasen sendas placas en los lugares donde estuvieron ubicadas las viviendas (hoy tristemente desaparecidas) del nacimiento y muerte de nuestro personaje.

Las razones que avalan esta serie de reconocimientos en torno a la figura de Amaro Pargo se justificarían no solo por la trascendencia histórica del propio personaje y sus hazañas sino particularmente por el legado patrimonial material e inmaterial que ha brindado a esta ciudad, con un plus singular y muy entrañable en sus desvelos hacia los desfavorecidos, los niños expósitos, los pobres y los presos de su época.