Ismael Francisco Sánchez, nacido en La Palma en 2001, se destaca como uno de los pintores que defienden el tradicionalismo pictórico en España. Su obra busca rescatar y exaltar los valores artísticos del realismo clásico español, tomando como referencia las técnicas de los maestros barrocos sevillanos. A lo largo de su carrera profesional, ha creado obras religiosas para la Diócesis Nivariense y retratos para la Casa Real de Borbón-Parma. En la actualidad, se enfoca en la temática carlista.

La Laguna conmemora este año el 287 aniversario del fallecimiento de la ‘Siervita’, y se espera que miles de fieles acudirán este próximo 15 de febrero a rezar y rendir culto ante el cuerpo incorrupto de Sor María de Jesús, único día del año que se expone al público.

Apenas dos días antes del día señalado, se llevarán a cabo unas ponencias sobre La Siervita a las 19:30 en el Monasterio Santa Catalina de Siena, donde el propio artista,  explicará más detalles sobre su trabajo.

Siendo un artista tan joven, ¿cómo surge tu interés en el arte clásico y qué corrientes específicas influyen en tu pintura?

Todo comienza siendo muy niño pues cuando tenía 3 años mi madre me regaló una biblia ilustrada con cuadros de los grandes maestros; recuerdo, por ejemplo, el Adán y Eva de Caravaggio, La Anunciación de Fray Angélico o incluso El jardín de las delicias de El Bosco.

Sin embargo, entre todos ellos había uno que me llamaba poderosamente la atención, un desconocido Cristo de Velázquez que en mi inocencia hizo ver una fotografía del Señor.

Intuitivamente me puse a copiar durante años casi automáticamente la  misma representación lo cual me permitió desarrollar un gusto por la pintura barroca, tras saber que esa “imagen” se trataba de una pintura comencé a expandir mis conocimientos e indagué sobre la técnica y los estilos. A este en concreto dentro de lo barroco se le denomina Escuela Sevillana del S. XVII, un estilo desarrollado por Francisco Pacheco.

En cuanto a la filosofía artística siempre (aunque de manera inconsciente hasta hace unos años) me ha acompañado el pensamiento de Santo Tomás de Aquino, recogido en la defensa de la bella escrita en la Suma Teológica.

¿Cuáles fueron tus principales motivaciones o inspiraciones al emprender un proyecto centrado en la figura de la Siervita?

En lo personal considero que todo ha sido fortuito, nunca pensé representar a Sor María de Jesús, más que nada por desconocimiento de su figura. Podríamos decir que fue una sugerencia de la providencia a raíz de ciertos sucesos y personas que colaboraron en ello.

Desde tu enfoque y estudio de la Siervita, ¿cómo la percibes y cómo describirías su personalidad o identidad?

Moure la describe como una mujer sosegada y tranquila, una muy buena consejera que se hacía notar su humildad disciplinandose en privado. Podriamos decir incluso que se asemeja mucho al Padre Pío en lo temperamental, una mujer que no titubeaba a la hora de decir las cosas y dar consejo; aunque si me preguntas, he conocido a una persona llena de alegría y rodeada de un carisma que de alguna forma me hizo esbozar su personalidad. Casualmente hablo de una monja dominica, encargada de vestir los hábitos a La Siervita.

 En relación a tu vida, ¿podrías compartir alguna anécdota o etapa que consideres destacada y que haya influido en tu obra artística?

Desde luego mi vida le daría a Reverte secuela para el Capitán Alatriste, pero estos tres últimos años han sido sumamente especiales para mi obra. He conocido grandes personas que de alguna manera u otra han coincidido en mi vida y aportado a mi trabajo casi providencialmente, creando trabajos como el cartel del Smo. Cristo en 2022 o el de Semana Santa, asi como La Siervita y otros que estoy en proceso de terminar.

¿Dónde se podrá apreciar tu obra una vez que sea expuesta al público?

En cuanto al retrato antedicho me temo que no tengo la palabra decisiva, pero estará en El Monasterio de Santa Catalina de Siena en La Laguna, donde reposa La Siervita.

 

Ismael Francisco Sánchez participa activamente en la conmemoración del Día del Corsario que se celebra anualmente en La Palma el 4 de agosto, y aprovechamos también esta oportunidad para  ahondar en la rica tradición palmera, así como para conocer más detalles sobre esta festividad.

Como participante habitual de las celebraciones del Día del Corsario en La Palma, ¿cómo has observado la evolución del interés y la participación de la comunidad a lo largo de los años?

Pues llevo algunos años, mas desafortunadamente no estuve en sus inicios. Es realmente increible la relevancia e interés que ha generado el evento desde hace unos pocos años, entiendo que es fruto del interés que suscita nuestra riquisima cultura, la cual por distintos factores no ha llegado a oidos del pueblo.  De un año a otro me ha sorprendido ver como se ha incrementado notoriamente el numero de voluntarios así como asistentes.

 

¿Cuántas ediciones de esta celebración se han llevado a cabo y cuánto tiempo lleva siendo una tradición anual?

Realmente no se responder, pero me arriesgaría a decir que 5 años sin contar la pandemia. Casi desde el primer instante generó interés y se siguió llevando a cabo, poco a poco la asociación fue incrementando recursos para mejorar el acto.

¿Podrías explicar el significado detrás de la fecha del 4 de agosto en la conmemoración de este día?

Que el pueblo llano se subleve ante una invasión sin apenas recursos en comparación en una islita hace más de 4 siglos hace de ese suceso una hazaña eternamente heroica, que sin ir más lejos sucedió en La Palma. Conmemoramos la leyenda de Baltasar Martín, un humilde cabrero que guio y animó a todo el pueblo a echar al corsario De Clerck de Santa Cruz en el año 1553.

¿Recomendarías la visita a La Palma durante estas festividades? ¿Existen actividades específicas para niños durante estos eventos?

Visitar La Palma en esas fechas es un acierto sin lugar a duda, teniendo en cuenta el 4 es el acto y el 5 es La Bajada de La Virgen junto a la danza de los enanos. Además de esto, los niños antes del acto grande pueden disfrutar de unas jornadas didácticas donde pueden aprender nuestra historia de forma divertida. Además, siempre cabe la posibilidad de participar directamente.