(Retrato en vida de John Campbell)

En Comprar el Cielo, John Campbell, segundo duque de Argyll y Greenwich, emerge como una figura crucial en la trama sobre las negociaciones del posterior Tratado de Paz del Ulster desempeñando en la historia su rol como embajador saliente de España. A finales de 1711, su mandato como embajador británico en España llegó a su fin, siendo sustituido por Robert Sutton, lo que marcó un giro significativo en la  trama final de las negociaciones empezadas por Lord Campbell.

John Campbell: Un engranaje en la maquinaria de la paz

John Campbell, segundo duque de Argyll y Greenwich, fue mucho más que un simple embajador. Su figura se erigió como un pilar fundamental en las intrincadas negociaciones que buscaban poner fin a un conflicto que había sacudido los cimientos de Europa. Más allá de su papel oficial, Campbell era un hombre de profundas convicciones, cuyas motivaciones trascendían las meras ambiciones políticas.

 

La religión, un elemento omnipresente en la vida pública de la época, impregnaba cada faceta de las negociaciones. Como protestante devoto, Campbell se enfrentaba a la delicada tarea de negociar con representantes de la monarquía católica española. Esta diferencia religiosa no solo influía en las posturas ideológicas, sino que también afectaba las relaciones personales y creaba un clima de desconfianza que dificultaba el diálogo.

 

La relación de Campbell con la reina Ana, monarca de carácter fuerte y opiniones firmes, era compleja y cambiante. Si bien compartían una lealtad común a la Corona británica, sus visiones sobre la política exterior diferían en ocasiones. La reina, cautelosa ante cualquier compromiso que pudiera debilitar la posición de Gran Bretaña, ejercía una presión constante sobre Campbell para que obtuviera los mejores términos posibles en las negociaciones. Cada movimiento en el tablero internacional podía alterar el equilibrio de poder y obligar a Campbell a reajustar su estrategia. La volatilidad de la situación internacional exigía una gran flexibilidad y capacidad de adaptación por parte del embajador.

John Campbell (1680-1743), nacido en Ham House, Petersham, Surrey, fue el hijo mayor de Archibald Campbell, primer duque de Argyll, y Elizabeth Talmash. Desde joven fue destinado al servicio militar, recibiendo su primera comisión como coronel a los 14 años gracias a la intervención de su padre ante el rey Guillermo III. Participó en las campañas de Marlborough en los Países Bajos y jugó un papel clave en las negociaciones que culminaron con el Acta de Unión de 1707 entre Escocia e Inglaterra, lo cual le valió el título de conde de Greenwich.

En 1711, Campbell fue enviado a Cataluña como embajador y comandante en jefe de las fuerzas británicas en España, enfrentándose a múltiples desafíos, incluido la retirada de su ejército a Menorca. Su regreso a la corte de la reina Ana de Gran Bretaña y su apoyo a la oposición escocesa al Acta de Unión lo llevaron a perder el favor real, siendo relevado de varios de sus cargos.

Sin embargo, con la subida al trono de Jorge I, su fortuna política cambió, recuperando sus posiciones y liderando las fuerzas gubernamentales que sofocaron la rebelión jacobita en Escocia en 1715.