William Campbell, el hombre de confianza del capitán Alexander Webster, era un joven irlandés de 25 años y de religión protestante que se unió como maestre del Saint Joseph y partiría desde Dublín como segundo de a bordo. Durante su comparecencia en Saint-Maló, en el juicio que se le realizó para reclamar las dos mil quinientas libras por su rescate, Campbell declaró lo siguiente: “Preguntado sobre su nombre, edad, calidad, lugar de su nacimiento, residencia y religión, respondió que se llamaba Guillermo Campbell, de veinticinco años, natural de Dublín, de religión protestante y navegante de profesión.” También indicó que “era piloto en el barco dublinés llamado Saint Joseph, de unas cincuenta toneladas y de fabricación francesa. Y que dicho barco pertenecía a Daniel Cunningham y a otros mercaderes irlandeses residentes en Dublín”.

De este extracto se puede concluir que el barco contaba con varios socios capitalistas y se ratifica que su mayor accionista y propietario del pequeño mercante era el comerciante Daniel Cunningham. Además, se puede añadir que el barco era de origen francés y que pasó a manos de estos mercaderes irlandeses tras ser rebautizado como el Saint Joseph.

Debido a su joven edad, no fue posible que participara en la batalla de Boyne, pero su inclusión como cómplice de batallas del astuto y bélico Brendan ayudó a caracterizar su figura.

Durante el juicio en Saint-Maló, Campbell fue descrito de la siguiente manera: “Se dispuso a oír a un individuo irlandés, alto de estatura, que llevaba una peluca de color castaño, y a recibir su juramento de decir la verdad, lo cual prometió.” Esta descripción nos da certeza de su altura y de su peculiar peluca, que ya debería haberse puesto cuando abordó el Saint Joseph, antes de su secuestro.

El destino de William Campbell después del juicio es incierto, pero lo más probable es que, meses más tarde, se le permitiera regresar a sus tierras irlandesas.